Decersa desamiantado en Valencia

El amianto sigue siendo un problema silencioso en muchas ciudades españolas, y Valencia no es la excepción. Aunque su uso se prohibió hace años, miles de construcciones todavía lo contienen en cubiertas, bajantes o depósitos. 

Cuando el material se degrada, se convierte en un riesgo real para la salud y exige una gestión segura. De ahí la importancia de recurrir siempre a empresas homologadas, como Decersa, que garanticen un desamiantado profesional y certificado.

Qué es el desamiantado y cuándo es obligatorio

El desamiantado es el conjunto de operaciones destinadas a retirar de forma controlada elementos que contienen amianto. Puede tratarse de placas de fibrocemento, depósitos de agua, conducciones o incluso materiales aislantes en instalaciones antiguas.

La clave está en distinguir entre estado intacto y material degradado. Un panel de uralita en buen estado no libera fibras si no se manipula. Sin embargo, cuando el material se fisura, se erosiona con la lluvia o se perfora, la liberación de fibras al aire se multiplica y con ello aumenta el riesgo para las personas.

La manipulación inadecuada es especialmente peligrosa: cortar, taladrar o romper placas sin medidas de protección provoca que las fibras microscópicas se dispersen y puedan ser inhaladas. Por este motivo, la normativa obliga a que cualquier retirada se realice bajo un plan de trabajo aprobado y por empresas con autorización específica.

Quién puede hacerlo y qué certificaciones mirar

No cualquier empresa de construcción puede retirar amianto. Solo aquellas inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) tienen permiso legal para hacerlo. Además, cada intervención debe contar con un plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral, donde se detalla el procedimiento, los equipos y las medidas de seguridad.

Los operarios, por su parte, deben haber recibido formación específica, manejar equipos de protección individual (EPIs) con filtros adecuados y trabajar bajo un estricto control ambiental. Este control incluye mediciones periódicas de fibras en el aire y protocolos de descontaminación al salir de la zona de trabajo.

Así es un proyecto típico paso a paso

El desamiantado sigue un proceso muy pautado que combina seguridad, planificación y trazabilidad:

  1. Inspección y diagnóstico. Se evalúa el estado del material y se toma una muestra si es necesario.
  2. Plan de trabajo autorizado. La empresa redacta un documento técnico que debe ser aprobado antes de empezar.
  3. Confinamiento y control de polvo. Se aíslan las zonas de intervención, evitando la dispersión de fibras.
  4. Retirada segura. Se desmontan los elementos sin roturas, siempre con técnicas de baja emisión de polvo.
  5. Envasado y transporte. El material se introduce en sacos o contenedores herméticos, etiquetados como residuo peligroso.
  6. Eliminación en gestor autorizado. Finalmente, se entrega en vertederos homologados y se emite un certificado de gestión.

Para quienes buscan información más detallada, existe una completa guía práctica sobre retirada de amianto en Valencia con empresas homologadas, que explica requisitos, plazos y costes habituales.

Comunidades y pymes: señales de alerta y primeros pasos

Muchas comunidades de vecinos y pequeñas empresas se preguntan cómo saber si deben actuar. Algunas señales habituales son:

  • Cubiertas de fibrocemento colocadas antes de 2002.
  • Bajantes o canalizaciones de aspecto grisáceo y frágil.
  • Depósitos de agua en azoteas de edificios antiguos.
  • Casetas o garajes prefabricados con placas onduladas.

El primer paso es contactar con una empresa RERA para una inspección inicial. Conviene preparar datos como ubicación, superficie aproximada y accesos. En cuanto a los tiempos, un proyecto de desamiantado en un edificio medio puede tardar entre 2 y 6 semanas desde la primera visita hasta la certificación final.

Seguridad y medio ambiente

La retirada de amianto no termina con desmontar las placas. La normativa exige una medición ambiental para verificar que no quedan fibras en suspensión. Además, la zona debe pasar por un protocolo de descontaminación y limpieza final, tras el cual se emite un certificado que acredita que el espacio es seguro.

El control de la trazabilidad del residuo también es clave. Cada saco o palé se registra y su destino final queda documentado, garantizando que el amianto no acaba en vertederos ilegales ni supone un nuevo riesgo para el medio ambiente.

Caso práctico breve

Un ejemplo real ayuda a entender mejor el proceso. En una comunidad de vecinos de la periferia de Valencia, los residentes detectaron que la cubierta de fibrocemento presentaba roturas y filtraciones. La empresa especializada acudió a realizar la inspección, confirmando la presencia de amianto deteriorado.

Tras redactar y aprobar el plan de trabajo, se instaló un sistema de confinamiento parcial, con señalización y accesos controlados. La retirada se realizó en tres días, sin incidencias y con un control de polvo permanente. El material fue trasladado a un gestor autorizado y, una semana después, los vecinos recibieron el certificado de eliminación.

Además de resolver un problema de salud pública, la comunidad ganó tranquilidad y revalorizó el edificio al eliminar un elemento de riesgo. Aquí puedes ver un caso real publicado por Decersa.

Preguntas frecuentes

¿Puedo encapsular en lugar de retirar?

Sí, en algunos casos se puede aplicar un recubrimiento para sellar el amianto. Sin embargo, suele ser una solución temporal y siempre debe decidirse con asesoramiento técnico.

¿Cuándo conviene retirar?

Cuando el material presenta deterioro, riesgo de manipulación o se va a realizar una reforma integral. La retirada ofrece una solución definitiva y elimina cualquier duda futura.

¿Qué documentos debo guardar?

El certificado de gestión del residuo, el plan de trabajo aprobado y el informe de medición ambiental. Son esenciales como garantía y ante posibles inspecciones.

¿Qué pasa si heredo una vivienda con uralita?

No estás obligada a retirarla inmediatamente si está intacta, pero es recomendable evaluarla. Si planeas vender o reformar, deberás gestionar el desamiantado de forma reglamentaria.

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