El polémico protocolo que establece nuevas normas para la derivación de pacientes con dolor desde los centros de salud de Ourense al hospital ha sido aplazado sine die por el SERGAS. La medida, que debía entrar en vigor el 1 de noviembre, se suspende debido al «malestar» y la indignación que el borrador generó entre los médicos de familia, quienes consideran que las correcciones introducidas por la Xerencia del CHUO son insuficientes.
El conflicto se centra en las nuevas instrucciones que limitan la capacidad de los médicos de familia para derivar directamente a pacientes a especialidades hospitalarias como Traumatología, Neurocirugía, Rehabilitación o Fisioterapia.
Aunque la Xerencia del CHUO realizó matizaciones al borrador inicial, incluyendo la eliminación de criterios basados en la edad para derivar a estas especialidades, estas no han convencido a los facultativos.
El punto de fricción principal es la prohibición de la derivación directa. El SERGAS parece mantener la intención de establecer un nuevo sistema donde la decisión final recae en el especialista hospitalario, dentro del marco del protocolo de algias musculoesqueléticas.
La suspensión de la aplicación del protocolo, que de momento no tiene fecha concreta de puesta en marcha, se produce por la presión del colectivo médico.
Fuentes solventes indican que, a pesar de las correcciones, muchos facultativos ya están planificando la redacción de una serie de nuevas alegaciones al protocolo corregido planteado la semana pasada, lo que augura un conflicto prolongado.
La polémica saltará previsiblemente a la esfera política autonómica. El PSdeG proyecta la presentación de alguna propuesta parlamentaria en O Hórreo para debatir sobre el polémico protocolo, y es probable que el BNG se sume a esta iniciativa, llevando el debate sobre la gestión sanitaria en Ourense al Parlamento de Galicia.